Pase escolar

miércoles, 10 de enero de 2007

Niun brillo, un simple plástico (y la buRRocracia) me hizo esperar tres horas en una eterna fila.

La cosa esta empezaba a las diez de la mañana, pero a los simpáticos del pase se les dio en gana llegar a las diez y media. Como si fuera poco la espera, el calor y el cansancio, la mitad de la fila eran colados haciéndose los tontos. Recuerdo que una niña que estaba como tres puestos más atrás que yo, después de tanto y tanto colado, al llegar al final de la fila ni siquiera la veía. Más encima y para mi -no- sorpresa habían ¡¡¡dos tipos en las labores pasísticas!!!

Después de todo aquello, recordé mi querido chilito: lleno de filas, colados, burocracia chanta, pero al fin y al cabo chilito, mi chilito -un poco de chovinismo no le cae mal a nadie, ¿cierto?-.